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Ten cuidado con el sol.
Se acerca el verano y es buen momento para recordar algunos puntos clave en relación con la protección solar. Podemos disfrutar de muchas actividades al aire libre, con todos los beneficios que esto aporta a nuestra salud, pero debemos intentar hacerlo minimizando los riesgos para nuestra piel.
La exposición solar excesiva favorece la aparición posterior de cáncer de piel y también el envejecimiento prematuro de nuestra piel, con manchas y arrugas. Estos efectos negativos suelen verse a largo plazo y cuando empezamos a ser conscientes de ello, el daño ya está hecho.
Muchos estudios epidemiológicos relacionan la aparición de muchos tumores de piel con los hábitos de exposición solar que tuvimos 20-30 años antes. Por eso es fundamental limitar la exposición solar en la infancia y adolescencia.
Os vamos a recordar diez consejos para mantener una relación sana con el sol:
- Evitar la quemadura solar ya que se ha demostrado que niños que han sufrido más de tres quemaduras solares tienen diez veces más riesgo de padecer melanoma maligno en la edad adulta.
- El sol tiene efectos beneficiosos para la piel y el organismo por lo que diez minutos de exposición solar sin fotoprotector solar es bueno para la salud. A partir de ese tiempo hay que usar protección adecuada.
- Evitar la exposición solar entre las 12 y las 16 horas. El 80% de la radiación solar la recibimos en época de no verano y por lo tanto tenemos que protegernos durante todo el año.
- El agua del mar, la arena de la playa y sobre todo la nieve reflejan mucho la luz solar, por lo tanto hay que ponerse fotoprotector cuando estemos a la sombra.
- Las cremas solares tardan unos 20 minutos en hacer efecto y duran entre 2-3 horas. Es necesario reaplicarlas después de un baño prolongado.
- Aplicar la cantidad de crema adecuada es fundamental.
- Para cada tipo de piel y circunstancia existe un índice de fotoprotección adecuada. Por ejemplo, un protector de factor 30 ya nos protege un 95% de la radiación solar
- Los niños hasta los dos años no deben ser expuestos al sol y hay que utilizar productos adecuados para ellos.
- No hay que olvidar proteger partes del cuerpo como la nariz, las orejas y los labios. También es importante usar gafas de sol, gorra y camisetas secas ya que las mojadas dejan pasar los rayos UV.
- Si advierte que una peca o lunar cambia de forma, tamaño o color consulte a su DERMATÓLOGO.