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Cuida tus manos: eccema crónico de manos (continuación)

Ascension

Dermatología

Continuamos con el tema de eccema  crónico de manos; hoy  hablaremos de los factores internos (por alteración inmunológica o causa desconocida).

ECCEMA ATÓPICO DE MANOS

• Atopia  significa tener una  predisposición genética a determinadas enfermedades como el eccema, alergia, rinitis o asma alérgico.
• Suele afectar a las cara flexoras de la muñecas,  dorso de las manos y dedos,  así como las uñas y piel periungueal.
• Si tienes atopia estás tres veces más predispuesto a desarrollar eccema de manos que una persona que no tiene atopía, porque la barrera protectora de la piel está a menudo alterada.

ECCEMA DE MANOS  DISHIDRÓTICO

• Se caracteriza por brotes recurrentes de pequeñas vesículas muy pruriginosas en la palma de la mano y en las caras laterales de los dedos.  Puede afectar a las manos y a los pies.

ECCEMA DE MANOS NUMULAR

• Eccema de forma redondeada –discoide-  muy pruriginoso en el dorso de las manos y dedos. Contiene vesículas y descamación.

ECCEMA DE MANOS HIPERQUERATÓSICO

• Aparecen áreas de intensa descamación y fisuras en las palmas de las manos y dedos. Es más frecuentes en varones.

¿ Cómo se pueden manejar los factores desencadenantes ?

Si es posible, intenta evitar situaciones que empeoren tu eccema de manos:

• Evita el contacto directo con productos de limpieza y disolventes
• Evita el uso de productos desengrasantes y de cepillos.
• Evita el uso de guantes de látex. En caso de que sea necesario, es preferible usar guantes de vinilo que lleven dentro una capa de algodón.
• Evita  agentes de limpieza agresivos y agua caliente y lava tus manos en agua templada o fría únicamente, usando productos suaves y sustitutivos de jabón.
• Después del  lavado , seca tus manos cuidadosamente. Evita un frotado vigoroso.
• Protege tus manos del frío y de la humedad utilizando guantes de invierno.
•  Si vas a manipular alimentos con las manos, protégete con guantes de plástico desechables.
• Utiliza cremas emolientes, ya que producen una capa protectora sobre la capa superficial de la piel que mantiene la hidratación debajo de ella. Pueden prevenir futuros brotes.

TRES PUNTOS CLAVES para conseguir unas manos libres de lesiones

1. Tomar la medicación prescrita por el dermatólogo.
2. Usar emolientes frecuentemente.
3. Evitar los factores desencadenantes.