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Blog

03 sep 2017

Las verrugas: patología frecuente

Francisco
Dermatología

Las verrugas están producidas por virus de género papiloma virus, que infectan a las células de la piel. Estos virus provocan que las células infectadas se multipliquen muy rápidamente, produciendo un relieve sobre la superficie de la piel que suele ser rugoso al tacto.

Existen diferentes tipos de verrugas:

-Verrugas vulgares, que suelen asentar en manos y pies.

-Verrugas planas, de localización preferente facial.

-Verrugas genitales o condilomas acuminados.

Cada tipo de estas verrugas está producido por virus diferentes, pero pertenecientes a la misma familia.

El modo de transmisión más frecuente es el contacto directo con personas infectadas, aunque también es posible el contacto indirecto con suelos o toallas contaminadas por el virus. El riesgo de contagio es escaso.

Es frecuente la desaparición espontánea de las verrugas en niños, pero esto puede llevar bastante tiempo,  por lo que se pueden extender a otras partes de la piel o contagiar a otras personas; de ahí que haya que plantearse un tratamiento en la mayoría de las ocasiones.

En los adultos, es más improbable la desaparición espontánea de las lesiones, lo que nos obliga a plantearnos un tratamiento más agresivo.

Las verrugas de las manos se localizan frecuentemente en los dedos y en localización periungueal. Son las más resistentes a todos los tratamientos.

En cuanto a dichos tratamientos, existen múltiples modalidades, dependiendo de múltiples factores, entre  los que se incluyen la edad del paciente y la localización y el número de las verrugas, siendo necesario individualizarlos en cada caso.

Entre dichos tratamientos se incluyen:

  1. Tratamientos locales. El más eficaz es el ácido salicílico aplicado por el propio paciente a diferentes concentraciones.
  2. Crioterapia con nitrógeno líquido .Este método debe ser aplicado por el médico en la consulta. Presenta limitaciones por el dolor que produce.
  3. Métodos ablativos, como el bisturí eléctrico o láser  de CO2 que pueden dar lugar a cicatrices permanentes.