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Las estrías son cicatrices atróficas que se producen por el estiramiento prolongado e intenso de la piel por lo que se produce una rotura de las fibras elásticas y colágenas de la dermis; por tanto se producen cuando se combinan un crecimiento muy rápido, ya sea en volumen o en longitud, con algunos cambios hormonales o predisposición genética.

Son más frecuentes en mujeres y pueden aparecer en el embarazo, en la pubertad ( por el crecimiento), por algunas enfermedades como el síndrome de Cushing, la diabetes, por la administración prolongada de corticoides, por sustancias químicas o medicamentos  que interfieren en  la formación anómala de colágeno.

La zona afecta por estrías se caracteriza por la aparición de unas bandas longitudinales de color rojizo violáceo que al principio pueden picar y estar sobre elevadas y  que con el paso del tiempo se vuelven de color blanco nacarado.

Las estrías se localizan en el embarazo en el abdomen y mamas;  en la pubertad en las caderas, muslos, nalgas y mamas, cuando se produce un crecimiento rápido en la espalda y por una musculación rápida en los brazos.

¿Cómo se pueden tratar?

• Si son de reciente aparición se pueden tratar con láser colorante pulsado que puede producir una mejoría importante en la coloración. En cambio, si las estrías son antiguas y de color blanquecino es mejor utilizar un láser Fraxel. Se ha demostrado que la combinación del calentamiento a 60Cº de la partes profundas de la estrías seguido de múltiples perforaciones microscópicas superficiales,  consigue  una mejoría en un 40-60% después de 3-4 sesiones.
• También se pueden tratar con ácido retinoico que puede ayudar a reducirlas pero siempre bajo control dermatológico.

¿Se pueden prevenir?

• Es importante tener la piel muy hidratada sobre todo en las zonas más propensas a su aparición y en las situaciones de riesgo como embarazo, pubertad,  etc.