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Un 80% de los adolescentes sufren acné en mayor o menor grado. Esto hace que el acné suponga un 25% de las consultas a los dermatólogos. Es una enfermedad muy agradecida para los dermatólogos ya que sabemos que en la mayoría de los casos podemos curar a nuestros pacientes y así poder prevenir la aparición de cicatrices de acné, que en ocasiones son difíciles de manejar.

El diagnóstico es relativamente sencillo, si bien es necesario conocer y diferenciar el tipo de lesiones existentes. No hay un tratamiento estándar para todos los adolescentes con acné. Es la correcta evaluación por parte del dermatólogo a cada paciente lo que le permita el mejor  tratamiento en cada caso.

DECÁLOGO SOBRE EL ACNÉ

1. El acné es una enfermedad que puede ir más allá de la piel. En algunos pacientes puede tener afectación psicológica, llegando a afectar a la calidad de vida.
2. En acné requiere tratamiento médico. Los casos leves se pueden resolver solos, pero en la mayor parte de los casos se requiere tratamiento médico, sobre todo para evitar las cicatrices.
3. El acné tiene múltiples causas. La causa más frecuente es hormonal  ya que las hormonas masculinas producen más sebo y alteran el proceso de queratinización que da lugar a la formación de lesiones inflamatorias.
4. Existen factores secundarios que pueden agravar el acné como el estrés, la menstruación, la dieta: el exceso de productos lácteos y también el exceso de azucares refinados. No se ha demostrado un empeoramiento por el consumo de grasas saturadas; el chocolate se puede consumir salvo que el paciente note que éste empeora las lesiones. Lo más importante es llevar una dieta sana y llevar una vida saludable.
5. El acné puede presentar varios tipos de lesiones: comedones, pápulas, pústulas, nódulos, abscesos y secundariamente cicatrices y manchas. El dermatólogo es el que mejor puede leer la piel del paciente para poner el tratamiento adecuado.
6. El acné puede aparecer a diferentes edades. El 80% de los pacientes que tienen acné  están afectados entre los 10 y 30 años aunque  también puede aparecer en otras edades, aunque es menos frecuente. Siempre es aconsejable consultar al dermatólogo.
7. Hay otras enfermedades que pueden parecerse al acné. La rosácea  cursa con pápulas y pústulas y a veces con telangiectasias. Es muy frecuente en pieles claras. Otra enfermedad que nos pueden confundir con el acné son  las erupciones acneiformes. Éstas suelen ser secundarias a bacterias, hongos y aplicación de cosméticos con grasa.
8. Existen diferentes tratamientos médicos. Es el dermatólogo quien mejor puede tratar el acné ya que existen tratamientos tópicos con cremas y geles que contienen antibióticos, peróxido de benzoilo y retinoides, la mayoría de las veces en combinación. Los tratamientos a nivel sistémicos incluyen antibióticos, anticonceptivos e isotretinoina.
9. La isotretinoina es un derivado de la vitamina A que  los dermatólogos  llevamos usando más de 30 años. Es un tratamiento seguro y  cura el acné en el 80% de los casos. Con este tratamiento lo más importante es evitar el embarazo, no tomar alcohol, protegernos del sol, hidratar la piel, las mucosas, los labios y evitar las lentillas.
10. Tratar las cicatrices. Son lesiones que tienen diferentes tratamientos, aunque  lo mejor es prevenirlas.