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Blog

28 ene 2018

Herpes zóster

Francisco
Dermatología

Son muchas las enfermedades infecciosas víricas que pueden afectar a la piel, siendo de especial interés el herpes zóster, por su frecuencia y porque su manejo, en la mayor parte de los casos pueden realizarse por el médico  de atención primaria. Se calcula que, entre el 10 y el 20% de todas las personas sufrirá un episodio de herpes zóster a lo largo de su vida. Es más frecuente en personas de edad avanzada y en inmunodeprimidos en los que puede presentarse con mayor gravedad y de forma diseminada.

Se debe a la reactivación del virus varicela-zóster, que queda acantonado en las raíces dorsales de los ganglios sensitivos tras un episodio  inicial de varicela. Tras su reactivación el virus progresa en dirección contraria al ganglio por los nervios sensitivos hasta la piel, dando lugar a lesiones agrupadas en la región de la piel inervada por el nervio.

SÍNTOMAS

  • Es característico que previo a la aparición de las lesiones aparezca dolor local, sensación de quemazón o picor. Posteriormente aparecen de forma eruptiva lesiones eritematosas y edematosas múltiples que posteriormente evolucionan a vesículas e incluso ampollas, tendiendo a estar agrupadas tomando un aspecto característico de racimos, formándose finalmente costras y eventualmente cicatrices.

 

  • La clínica cutánea suele acompañarse de sintomatología neurológica por afectación nerviosa con dolor que puede ser importante en el área inervada por el nervio afecto.
  • El proceso cutáneo se resuelve en unas semanas, pero es posible que se acompañe de sintomatología general tales como cansancio, fiebre o malestar general.

 

  • En pacientes de edad avanzada es frecuente que tras este episodio persista el dolor neuropático  en la zona afecta que puede persistir durante meses o años (neuralgia post-herpética).

DIAGNOSTICO

  • Es eminentemente clínico.

TRATAMIENTO

  • Consiste en la administración de antivirales, así como medidas locales con fomentos. También puede ser necesario el uso de analgésicos para controlar el dolor.