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Blog

15 sep 2019

Después del verano tenemos que revisar nuestra piel.

Francisco
Dermatología

En verano son muchas las horas en las que nuestra piel está expuesta a las radiaciones solares. Por ello, además de cuidarla y protegerla hay que revisarla.

Es necesario revisar la piel después del verano ya que los lunares pueden aumentar o cambiar por el efecto del sol. También pueden aparecer lesiones marrones tras quemaduras, empeorar lesiones precancerosas y como consecuencia de ello  observarse mayor numero de carcinomas en las zonas expuestas al sol  tales como la cara, cuero cabelludo, orejas y manos. Es importante que dicha revisión sea realizada por el dermatólogo.

El dermatólogo nos va a revisar con el dermatoscopio todas las lesiones. Éste es un pequeño aparato que aplicado sobre la piel,  permite ver estructuras  invisibles a simple vista de  la epidermis y  la unión dermoepidérmica, lo que nos ayuda a evaluar la mayoría de tumores benignos y malignos de la piel y da  mayor seguridad en nuestros diagnósticos.

Las personas más propensas a la radiación solar son aquellas con fototipos 1 y 2, que son las personas con ojos claros y también las personas que por su actividad laboral estas muy expuestas al sol.

Existen varios tipos de cáncer de piel, siendo el melanoma el más peligroso,  ya que tiene la capacidad de producir metástasis. No es el más frecuente, pero sí el que conlleva mayores tasas de mortalidad. Su espesor en la piel es el principal factor pronóstico.

Otros tipos de cáncer de piel son:

  • El carcinoma basocelular
  • El carcinoma espinocelular

Los sectores de población con más probabilidades de padecer estas enfermedades son: personas que trabajan en el campo, en invernaderos o en campos de golf, pescadores…

Tenemos  pues que protegernos del sol y reducir de esta manera la probabilidad de padecer un cáncer de piel.

Consejos que no deberíamos  de olvidar:

  • Hay que usar fotoprotector en cara y cuero cabelludo con un  factor  30 en invierno y de 50 en verano. Su aplicación debe ser diaria y en cantidad generosa, sin olvidar ninguna zona expuesta.
  •  Se debe aplicar cada 2-3 horas y especialmente después del baño.
  •  Es conveniente utilizar sombrero y ropa que nos proteja del sol.
  • No  hay que exponerse al sol en las horas centrales del día (entre las 12 y las 14 horas).
  • La exposición debe ser progresiva

 Por último, hay que consultar con el dermatólogo ante cualquier lesión que nos llame la atención.