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Picor y Dermatitis Atópica, consejos prácticos en familia.


La Dermatitis Atópica, un problema frecuente.
La dermatitis atópica es la enfermedad cutánea más frecuente en la infancia y su prevalencia va en aumento.
Aparece antes de los 2 años de vida y generalmente desaparece, en casi todos los casos, con la llegada de la adolescencia.
El picor es el síntoma fundamental y es el causante del rascado que conduce a la aparición de las lesiones de la dermatitis.
- Para prevenir el picor hay que tratar rápidamente la piel irritada.
- Mantener siempre cortas las uñas de las manos y los pies.
- Si no se consigue controlar el rascado por la noche, es aconsejable poner al niño unos guantes de algodón.
- Habla con tu hijo y explícale por qué no se debe rascar.
- Poner un objeto frío sobre la zona irritada puede disminuir la sensación de picor.
Las prendas de vestir en contacto con la piel.
- La mejor opción es el algodón y sus mezclas.
- Evitar las prendas ajustadas, ásperas o que arañen.
- La lana y algunas fibras sintéticas también pueden irritar la piel.
Intentar descubrir desencadenantes de brotes.
- Escribir cuándo y dónde aparece el brote. Por ejemplo:
- ¿Has estado con mascotas?
- ¿Aparece después de la natación o el deporte?
- ¿Has comido algo diferente?
Informar al colegio o a la guardería.
- Dar la lista de actividades o de sustancias a evitar.
- Pedir que le ayuden o faciliten en el uso de sus cremas y jabones para la dermatitis.
- Explicar que la falta de sueño por el picor puede disminuir su rendimiento escolar.
Hidratar con emolientes adecuados es importante.
- Emplear siempre emolientes para asegurar la hidratación y evitar la sequedad de la piel.
- Las cremas no deben tener fragancias.
- Cada niño necesita un número diferente de aplicaciones al día; la mayoría más de una.
Ni mucho frío, ni mucho calor, ni cambios de temperatura.
Verano
- El aire acondicionado seca la piel.
- No hay que quemarse con el sol y deben usarse fotoprotectores para pieles sensibles.
Invierno
- Conviene mantener la habitación a 19-20ºC y evitar el calor excesivo.
- Si hace mucho frío, es mejor que no se realicen muchas actividades al aire libre.
Concienciar al niño.
- Según la edad, hay que ayudarles a saber lo qué les pasa y cómo pueden mejorarlo para sentirse mejor y así poder participar en más actividades.
- El niño debe aprender cómo disminuir la necesidad de rascarse.
Atención a lo que come.
- Algunos alimentos pueden desencadenar brotes en el 10% de los niños.
- Los alimentos más problemáticos son: leche, huevos, cítricos, chocolate, cacahuetes y colorantes alimentarios.
- Si es necesario, hay pruebas médicas que pueden identificar posibles intolerancias alimentarias.
Cuidados en el baño diario.
- Con agua tibia y no más de 10 minutos.
- Evitar baños de burbujas y geles.
- Usar siempre un producto hipoalergénico y sin fragancias.
- Secar la piel con pequeños toques y sin frotar.
- Aplicar emolientes después del baño.
Seguir las recomendaciones del médico.
- Hay tratamientos, como los emolientes, que deben aplicarse de forma continuada, aunque no haya lesiones activas de dermatitis atópica.
- Otros solo deben usarse en cantidad y por un tiempo determinado para controlar un brote.
- Los brotes deben ser controlados por el pediatra o el dermatólogo.