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12 ene 2020

¿Debemos tomar colágeno oral para mejorar nuestra piel?

Francisco
Dermatología

Algunos pacientes nos preguntan, si es bueno tomar colágeno oral. Es una pregunta muy interesante ya que cada día la industria nos bombardea con productos que contienen colágeno en forma de pastillas, polvos, ampollas bebibles y que prometen mejorar no solo la piel sino también las articulaciones.

¿Qué es el colágeno?

El colágeno es una sustancia muy presente en nuestro organismo; es la proteína más abundante (25%). Se encuentra en numerosas estructuras de nuestro cuerpo: huesos, cartílagos, articulaciones… y en gran cantidad en la piel, pelo y uñas. Con el paso del tiempo la cantidad de colágeno que producimos se va reduciendo.

El colágeno está compuesto de aminoácidos que son como los ladrillos que forman la estructura de esta proteína. Cuando tomamos colágeno, este es destruido en el estómago y sus aminoácidos quedan libres para ser absorbidos por la sangre. Es decir, que el colágeno no se absorbe como tal, sino  como los aminoácidos que lo componen. Por ello decir que tomar colágeno para tener más colágeno en la piel, es como decir tomar pelo para tener más pelo.

Sin embargo, hay algunos estudios que sugieren que tomar colágeno puede mejorar la calidad y elasticidad de la piel. Todos los estudios a favor son resultantes de aquellos productos que llevan al menos 2,5g a 10grs de colágeno hidrolizado al día, tomados durante periodos  de  entre 8 y 24 semanas

Hay que tener en cuenta, que en todos estos suplementos alimenticios, además de colágeno hidrolizado llevan otros componentes como el silicio, ácido hialurónico, magnesio, vitC … que hacen de estos suplementos un producto más completo.

Por tanto, ¿Debemos recomendar colágeno oral?

Por noma general, no. Solo estarían indicados en periodos de mayor necesidad (estrés, envejecimiento, dietas restrictivas…). En una persona joven, con una dieta adecuada y sin ninguna carencia especial no son necesarias.

Lo ideal es obtener los aminoácidos que componen el colágeno a través de una dieta rica en proteínas.