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Botox: Para la sudoración excesiva en axilas y manos
Comienza el calor y una de las consultas más frecuentes en esta época del año es el exceso de sudoración o hiperhidrosis.
La hiperhidrosis en ocasiones provoca graves problemas sociales y psicológicos en los pacientes. Hoy, la dermatología moderna cuenta con distintas técnicas para controlar de forma permanente esta sudoración patológica.
- La toxina botulínica (botox) es un tratamiento eficaz para controlar la hiperhidrosis. El objetivo del tratamiento es reducir el exceso de sudoración en zonas localizadas del cuerpo (axilas o palmas de las manos) y es el tratamiento de elección para resolver la hiperhidrosis.
- La técnica es sencilla y no dolorosa ya que previamente se pone anestesia local en manos y pies. En axilas se puede utilizar anestesia tópica.
- Dicha técnica consiste en administración subcutánea en la zona a tratar de toxina botulínica (botox), sustancia que bloquea la conducción nerviosa, reduciendo temporalmente la actividad de las glándulas sudoríparas.
- La duración del efecto es variable, oscilando entre 6-8 meses. Se puede repetir el tratamiento pasado ese tiempo siempre que sea necesario.
- Este efecto se debe a que impide la liberación de una sustancia que se llama acetilcolina que hace que las glándulas sudoríparas produzcan sudor.
- La excesiva sudoración puede ser una fuente de sufrimiento de muchos pacientes, puede hacer que la calidad de vida de una persona sea realmente baja.
- Los productos y desodorantes antitranspirantes contienen sales de aluminio. El aluminio en contacto con el agua irrita la piel. Por ello estos productos deben aplicarse con la piel muy seca.
- Existen fármacos orales como oxibutinina que a dosis bajas (entre 5 y 15mg) son efectivas para controlar hiperhidrosis generalizadas.
- Una última opción sería la intervención quirúrgica.