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¿Cómo tratar las manchas solares?
Se acaba el verano y muchas personas descubren que el sol ha dejado su huella en forma de manchas solares en su piel. La mayoría de ellas son estéticas, pero el primer paso debe ser acudir a un dermatólogo para su diagnóstico, para averiguar si son benignas o malignas.
No se recomienda tratar una mancha por cuestiones estéticas sin ser valorada previamente por el dermatólogo porque si se trata una mancha maligna de forma estética, no solo retrasamos su diagnóstico, sino que se puede enmascarar, evolucionar y comprometer la vida del paciente.
El final del verano y comienzo del otoño es un buen momento para prestar atención a las manchas de sol; otro aspecto a considerar es el tipo de piel de cada persona ya que al contrario de lo que pudiera pensarse, las personas que se ponen muy morenas tienen mayor riesgo de tener manchas después de sufrir una inflamación de cualquier tipo. Es lo que conocemos como hiperpigmentación postinflamatoria, que se debe a la ruptura de la capa más basal de la piel, donde están los melanocitos cargados de melanina que caen a la dermis provocando las manchas.
Existen tres tipos de manchas solares benignas:
- Las pecas son las manchas de origen genético, que se manifiestan en las edades más tempranas. No se pueden quitar y suelen desaparecer con la edad.
- Los lentigos actínicos son muy habituales en personas que toman mucho el sol. Son las más habituales y suelen ser redondeadas. Aparecen a partir de los 40 años, de modo que sobre la década de los 70 casi todas las personas los tienen. Pueden aparecer en la cara, las manos y el escote.
- Los melasmas tienen un origen genético, pero se generan por razones hormonales. Son habituales en los embarazos y en caso de tomar anticonceptivos orales y suele aparecer en la cara, siendo una de las zonas donde más molesta el labio superior. Cuanta menos exposición sol menos riesgo habrá de aparición de manchas. Otra medida de prevención es la fotoprotección
Si aparece una mancha es porque la piel está dañada; por ello debemos intervenir desde el aspecto médico y estético. Muchas de las manchas causadas por el sol no desaparecen sin un tratamiento adecuado y lo más importante es la prevención, además de fotoprotectores. También es importante usar cométicos con vitaminas C Y E como antioxidantes. En cuanto al tratamiento podemos usar despigmentantes, peeling químicos o láser.